La idea de esta copa católica surge tras unas charlas viendo un partido de la famosa Clericus Cup, el Mundial pontificio disputado por sacerdotes y seminaristas de todo el mundo. Este torneo se juega en el campo del Oratorio de San Pedro, junto a la impresionante Cúpula de San Pedro del Vaticano. Siguiendo el lema: «El papa Francisco es mi capitán».
El Vaticano está muy interesado en la Clericus Cup: además de por su influencia planetaria, la institución piensa que los valores de superación, disciplina, esfuerzo y trabajo en equipo que se asocian al fútbol, son muy necesarios para la vida en la sociedad moderna.
Así pues, esperamos que sea un éxito.
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